Historia Kuntanawa
En todo el Amazonas, la llegada del hombre blanco en búsqueda de la explotación del caucho a principios del s.XX supuso el exterminio para las poblaciones del lugar y posteriormente la esclavización.
En este contexto de la sociedad de las plantaciones de caucho, que unió a grupos que fueron reconocidos como distintos, surgió el término “caboclo”, que en el Estado de Acre es sinónimo de indio.
Aunque el término es comúnmente utilizado, puede contener un contenido peyorativo, asociado al no trabajo, la suciedad, y la falta de confiabilidad.
El mito fundacional de la historia Kuntanawa se encuentra en los relatos de doña Mariana sobre la captura de su madre doña Regina, en los bosques del río Envira, a principios del siglo XX:
Doña Regina, Cabocla heroína de los Kuntanawa, se subordinó sin más remedio a la sociedad cauchera, se casó con varios caucheros, pero nunca abandonó su herencia indígena, que legó a su hija Mariana. Se dio a conocer como una excelente partera y conocedora de las medicinas forestales.
Siguiendo los pasos de su madre, Mariana se convirtió en una de las parteras más reconocidas del río Tajo y también en una conocedora de las hierbas curativas. En Jordão, ambas vivieron con los Huni Kuin que allí habitaban, y Doña Regina se encontró con algunos parientes étnicos.
Mariana se casó con el señor Milton y sus hijos e hijas vivían en la sociedad cauchera y trabajando como caucheros para los patrones. La llamaban “la cabocla Mariana”. En aquella época ya vivían a orillas del río Tajo, en una plantación de caucho. De sus diez hijos, varios ya estaban casados y comenzó a tener nietos.
En las décadas de 1970 y 1980, los hijos de Milton eran conocidos como “los caboclos de Milton”.
A finales de los ochenta, Milton y varios de sus hijos hicieron un viaje por la región. En estos viajes tuvieron contacto con reconocidos chamanes y participaron en varias sesiones de ayahuasca. Después, al menos dos de los hijos de Milton comenzaron a preparar ayahuasca y realizar rituales con la bebida.
Con la toma de esta bebida ancestral, de la que la difunta doña Regina habló cuando relataba la cultura de su pueblo, la referencia a la ascendencia indígena se hizo más presente, y varios relatos hablan de contactos, bajo los efectos de la bebida, con seres del universo indígena.
Los Milton empezaron una la lucha por la reconstrucción de su identidad como pueblo originario amazónico. Osmildo, uno de los hijos de Milton y actual líder de la lucha por el reconocimiento indígena, en 1991, recién llegado en viaje de registro y visita a Tierras Indígenas, incorporó elementos indígenas a su vestimenta, como collares y vinchas.
Durante las sesiones de ayahuasca, solía cantar en lengua indígena de los Huni Kuin. Entre los hijos de Milton, él fue quien con mayor frecuencia invocó y asumió públicamente la ascendencia indígena.
Pedrinho, otro hijo de Milton, también comenzó a preparar ayahuasca, después de una notable experiencia bajo la influencia de la bebida en la que ésta le “autorizó” a su preparación.
Poco a poco, Milton y sus hijos formaron un núcleo familiar, mayoritariamente masculino, que periódicamente comenzó a reunirse para tomar ayahuasca, costumbre que aún mantienen.
Bajo la guía de la ayahuasca, y con el apoyo de los chamanes, surge el chamanismo kuntanawa. Los jóvenes Kuntanawa, nietos de Milton, aprenden a escuchar la naturaleza en rituales al aire libre con ayahuasca y la guía de personas más experimentadas.
También componen canciones que relatan la historia Kuntanawa, llegando a ser conocidas por todo el pueblo. Cantan Ícaros bajo la inspiración de la bebida ritual, así como los cantos ayahuasqueros de sus parientes Kaxinawa y Yawanawa.