Cacao ceremonial de origen Maya
Cacao ceremonial de origen Maya, proveniente de pequeños agricultores familiares indígenas mayas mopan y q’eqchi, que habitan en las selvas profundas de las tierras altas de Guatemala y la cordillera maya del sur de Belice.
Sus tradiciones y conocimientos sobre el cultivo de plantas maestras se han conservado durante miles de años transmitiéndose de generación en generación. El Cacao Ceremonial tiene un significado especial para los Mayas; los dioses regalaron el cacao a los humanos para infundir espíritu y esencia en el cuerpo.
En estas tierras repletas de biodiversidad, el cacao florece junto con otros cultivos sagrados como el maíz y el mapacho. Después, se comparte en comunidad y se toma en sus ceremonias con una profunda conciencia, amor y respeto, tal como han hecho desde tiempos ancestrales; ofrendando con gran gratitud al universo y la creación.
Es un símbolo de vida y fertilidad, que nutre de bienestar físico, emocional y espiritual. Se ofrenda a la Tierra, como reconocimiento de la energía que sustenta la existencia, y se consume ceremonialmente como elixir sagrado, reforzando la conexión la naturaleza y lo divino.
La Montaña Maya: Belice, nativos Mopan y Q’eqchi
El cacao de Belice procede de familias de agricultores indígenas mayas, procedentes de dos naciones mayas diferentes: Mopan y Q’eqchi, situadas en la región conocida como Montañas Mayas, que también es la región menos desarrollada y más rural de Belice, donde la antigua variedad criolla de cacao crece de forma natural, en perfecta armonía a la sombra de otros plataneros, aguacateros, cocoteros, anacardos y vainilleros locales.
La nación maya Q’eqchi denomina al cacao “Cucu”. La temporada de cosecha es entre enero y junio y alrededor de octubre / noviembre, cuando las temperaturas son bajas. Las habas de cacao recién cosechadas y sin fermentar son recogidas por un equipo Maya Beliceño y fermentadas. Después se secan al sol, se seleccionan y clasifican a mano.
Muchas de las familias indígenas Mayas Q’eqchi’ viven aisladas en las tierras altas de Guatemala, alrededor de la Laguna Lachuá, un gran cenote de aguas cristalinas. El árbol del cacao ha crecido allí de forma nativa durante miles de años.
Las comunidades indígenas Q’eqchi’ han sido los guardianes de la sacralidad del cacao y han preservado las ceremonias del fuego sagrado y el cacao durante miles de años.
Las familias de agricultores indígenas Mayas transmiten sus conocimientos sobre las plantas sagradas de generación en generación y cosechan su cacao con profundo respeto por la tierra, apoyando la agricultura ecológica y sostenible en su comunidad.
El Cacao Criollo es una variedad autóctona, llamada “Reina del Cacao”, y sólo representa el cinco por ciento de la producción mundial de cacao, considerando habitualmente el mejor y más fino cacao del mundo.
Efectos Sobre La Salud
El cacao ceremonial promueve una experiencia espiritual profunda, conecta con el yo interior y brinda de guía y conocimiento.
Es rico en multitud de nutrientes, incluidos antioxidantes, minerales (como magnesio, hierro y zinc) y vitaminas (como la vitamina B).
El cacao contiene teobromina y anandamida, que mejoran el estado de ánimo e incrementan la felicidad. El cacao ceremonial es conocido por sus poderosas cualidades de apertura del corazón, conexión emocional, compasión y autorreflexión, permitiendo profundizar en las emociones y cultivar el sentido de la empatía y el amor.
La teobromina y las pequeñas cantidades de cafeína presentes en el cacao, estimulan la producción natural de energía, mejoran la concentración y la claridad mental.
En la antigua civilización maya, el cacao ceremonial se consideraba un regalo sagrado que conectaba a los humanos con lo divino.
Los mayas utilizaban el cacao tanto con fines prácticos como ceremoniales, donde servía como vía de iluminación espiritual y abría la comunicación con sus antepasados. Trataban el cacao con gran cuidado, amor e intención. Estaba profundamente arraigado en su cultura, sirviendo como moneda, y fuente de vitalidad.
Los Mayas recolectaban vainas de cacao maduras del árbol, extraían cuidadosamente los granos, los colocaban con cuidado para la fase de fermentación y los secaban al sol.
Luego pelaban los granos a mano para quitarles la cáscara exterior y los molían finamente. Añadían también especias como vainilla, chile y canela para realzar el sabor. Mezclaban esta pasta de cacao con agua, luego la vertían entre vasijas o utilizaban un batidor de madera tradicional para crear la bebida de consistencia espumosa.
Durante las reuniones ceremoniales, los mayas consumían esta bebida sagrada de cacao para conectarse con lo divino, obtener sabiduría y entrar en un estado elevado de conciencia, nutriendo tanto el cuerpo como el espíritu, abriendo el corazón, mejorando el enfoque y promoviendo el despertar espiritual.
Como ocurre con cualquier alimento o sustancia, la moderación es clave y es fundamental tener en cuenta la cantidad de cacao consumido para evitar cualquier efecto. Comience con cantidades pequeñas y aumente gradualmente si lo desea, permitiéndole familiarizarse con los efectos y la sensibilidad al cacao.
Beneficios del cacao ceremonial:
Bienestar emocional: La bebida de cacao se ha asociado con la mejora del estado de ánimo, fomentando sentimientos de felicidad y reduciendo la ansiedad y el estrés, gracias a componentes como la feniletilamina (PEA) y la anandamida.
Salud del corazón: Los flavonoides que se encuentran en el cacao se han relacionado con beneficios cardiovasculares, que incluyen un mejor flujo sanguíneo, una reducción de la inflamación y una disminución de la presión arterial.
Aumento de la atención y concentración: El cacao contiene estimulantes como la teobromina y la cafeína, que proporcionan energía y mejoran la atención y la concentración.
Fuente de antioxidantes: La bebida ceremonial de cacao está repleta de antioxidantes, como flavonoides y polifenoles, que ayudan a combatir los radicales libres y el estrés oxidativo, contribuyendo a la salud general y con propiedades rejuvenecedoras.
Conexión espiritual: La mezcla única de compuestos bioactivos y el uso ceremonial de la bebida de cacao ayudan a la meditación, la atención plena y la exploración interior.
Aporte nutricional: El cacao ceremonial es una excelente fuente de minerales como el magnesio, hierro y zinc. Estos minerales son vitales para diversas funciones de nuestro cuerpo, incluida la función muscular y nerviosa, el apoyo inmunológico y la producción de energía.