El origen del naranjo se sitúa en el Mediterráneo y en el Himalaya, lugares donde se empezó a destilar la flor del naranjo amargo.
El nombre de la flor del azahar procede del árabe hispánico azzahár que a su vez nace del árabe clásico az-zahr.
Para la cultura árabe la flor del azahar representaba la inocencia y pureza, por lo que las novias habitualmente la incluían en sus ramos, costumbre que fue importada a occidente por los Cruzados a su regreso del Medio Oriente.