Tradicionalmente, la lavanda se ha asociado a Aine, diosa del aire, y al mundo de los silfos y las hadas. También se asociaba al dios Mercurio, que rige el lenguaje y la necesidad de comunicación del ser humano, y en el plano físico rige también el sistema nervioso; desde la antigüedad, la lavanda ha sido una de las plantas más utilizadas para calmar y relajar.
La lavanda es originaria del mediterráneo, donde crece naturalmente en terrenos secos y pedregosos.
Tradicionalmente, se ha relacionado a la lavanda con el aire, el elemento que se corresponde con el mundo de las ideas, los pensamientos, las ilusiones y los sueños.
El jabón natural de Lavanda calma a la mente, sosiego al pensamiento y ayuda a elevar el ánimo y armonizar. Es rico en linalol, linalino, alcanfor, limoneno, taninos y boreol, curaminas y saponinas.