Historia
La primera referencia histórica al cultivo de los vainillales data del siglo XVIII, en el estado de Veracruz, México.
En esa región, los grupos Totonacas nombraron a la vainilla como Axi-Xanath (flor recóndita), y desarrollaron la técnica de curado de esta vaina para perfumar la bebida de chocolate.
Comúnmente se relaciona el origen del cultivo de la vainilla con la cultura Totonaca; también existen evidencias de recolección de vainilla y su cultivo proveniente de las Tierras Bajas Mayas, sus pobladores nombraban a la vainilla como sisbic-ak (bejuco oloroso), y era usada como medicina y perfume.
En el Códice de la Cruz, se menciona el uso ritual las semillas curadas de vainilla, que se mezclaban con resina de copal produciendo un perfume que utilizaban en sus templos.
Su uso se reporta asociado con el consumo de cacao (Theobroma cacao L.), especie con la que se elabora la bebida de chocolate proveniente del área Maya. El chocolate era un producto de altísimo valor reservado para la élite Maya y Azteca, quienes llamaban a la vainilla Tlilxochitl (flor negra), en lengua náhuatl.
Planta
La planta de la vainilla (Vanilla planifolia Andrews) es una especie del género de orquídeas Vanilla, de hábito trepador y crecimiento rastrero, originaria de las zonas boscosas de Mesoamérica, especialmente México.
Estructuralmente, es una liana trepadora de ramas leñosas, que trepa por los árboles para poder nutrirse de la luz del sol, de la humedad del ambiente y de los nutrientes que capta del aire, gracias a los cuales, cuando se corta su raíz la planta puede seguir viva.
Puede llegar a medir más de 10 metros de longitud, sus hojas son de color verde oscuro, brillantes, planas (de ahí su nombre científico planifolia) y puntiagudas.