Palo Santo
El “Palo Santo”, (Bursera Graveolens), es un árbol aromático de fragancia exquisita, nativo del Archipiélago de Galápagos, que crece especialmente en los bosques secos de Perú y Ecuador, y en menor proporción en el resto de países de la costa de América del Sur.
Para que el palo santo conserve sus propiedades, y pueda ser utilizado, la madera debe cosecharse Una vez que el árbol muere por causas naturales. Después, debe dejarse en su lugar durante al menos cinco u ocho años para que los aceites del duramen maduren lo suficiente y la madera adquiera sus propiedades aromáticas y medicinales.
El Palo Santo es de la familia Burseraceae, al igual que el incienso (Boswellia carteri), la Mirra (Commiphora myrrha), y el Copal. Tiene un aroma sorprendentemente fuerte y dulce cuando es quemado, una fragancia exquisita que le confiere la exclusiva propiedad de poder ser usado directamente como incienso. Tiene notas intensas y penetrantes, con un toque sutilmente cítrico, ligeramente dulce.
Origen
El palo santo fue muy usado por antiguas culturas prehispánicas como los Tihuanaco y los Incas, que lo empleaban de forma cotidiana en sus actividades espirituales, en sus rezos, para atraer la suerte, mejorar el estado de ánimo y para limpiezas de espacios y ambientes.
Actualmente, la madera de Palo Santo es ampliamente utilizada por tribus sudamericanas, como los aymara, quechua, jíbaros, entre otros. Las culturas manteña, machalilla, valdivia, e inca utilizaban su humo y su aceite con fines mágicos y terapéuticos.
Los Lengua-Maskoy tienen la creencia que una fogata hecha con la madera del Palo santo protege energéticamente sus viviendas. Muchos Lengua-Maskoy, hacen su fuego casi exclusivamente con la madera del Palo santo.
El Palo Santo también está presente en el ritual de los matrimonios indígenas. La pareja debe plantar una plantita de este árbol en ausencia de testigos, para ligar sus destinos y que la unión dure eternamente.
El árbol de Palo Santo (Bursera graveolens)
Para que el palo santo conserve sus propiedades y pueda ser utilizado, la madera debe cosecharse Una vez que el árbol muere por causas naturales. Después, debe dejarse en su lugar durante al menos cinco u ocho años para que los aceites del duramen maduren lo suficiente y la madera adquiera sus propiedades aromáticas y medicinales. La vida natural de un árbol de palo santo, varía entre los 50 a los 70 años, que en términos relativos no es mucho.”, explica Jonathon Miller Weisberger, etnobotanista y autor de Rainforest Medicine: Preserving Indigenous Science and Biodiversity in the Upper Amazon
El árbol de Palo Santo ( Bursera graveolens), se encuentra en México, Cuba, Islas Galápagos y norte del Perú. Teniendo todas las condiciones a su favor, puede llegar a tener alturas de hasta de 18 metros, con una copa de hasta 12 metros de diámetro, de un exuberante y hermoso color verde. Su tronco puede medir hasta 80 cm de diámetro. Las hojas tienden a ser aromáticas.
La floración del palo santo se da en los meses de mayo y junio, fructificando a mediados del mes de junio hasta julio. Es una especie caducifolia y para fines de julio e inicios de agosto ha perdido totalmente su follaje.
Cómo usar palo santo
A diferencia de otras especies de las que se extraen resinas, el Palo Santo sólo requiere que se encienda un trozo de su madera para liberar su humo de poderosas propiedades.
El Palo Santo es una madera densa que no se quema fácilmente, por lo que puede tardar unos segundos en encender. Lo ideal es dejar que se queme durante unos 30 segundos, y luego apagar la llama soplando suavemente. Al apagar la llama, permanece la brasa, que producirá humo blanco durante varios minutos.
Es recomendable tener un recipiente para a prueba de fuego a mano, en el que ir depositando la ceniza, y donde colocar el palo santo al terminar.
Cuando la brasa se va extinguiendo, un poco de aire ayudará a reavivarla, agitando el palito o soplando suavemente. Esto solo suele funcionar como una medida temporal, por lo que es necesario encenderlo varias veces el para que se consuma por completo.
Palo santo, limpieza energética
Para la limpieza energética de espacios, una vez encendido, agitando la brasa en el aire, se reparte el humo por la habitación, y se guía la madera a través de las áreas que se desean limpiar, como las esquinas, los pasillos y los armarios.
Para una limpieza energética profunda, se pueden quemar unos 3 a 4 palitos juntos, y dejar que el humo permanezca en el espacio unas 3 horas.
También se puede hacer una limpieza energética de piedras y gemas, que deben limpiarse periódicamente, ya que absorben y retienen las influencias energéticas.